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lunes, 12 de septiembre de 2022

 REFLEXIÓN:

APRENDIENDO A VIVIR JUNTOS:

Costa Rica es una República democrática, libre, independiente, multiétnica y pluricultural.

¿Cómo es nuestro ser? ¿Quiénes somos? ¿Quién es nuestra familia ¿Somos libres? (Lic. Rodolfo López G.)

Solamente fijémonos todos en el espejo…  tenemos rasgos indígenas de toda América, o tal vez … mezclamos ojos chinos, … con piel morena, quizá con rasgos europeos en los rostros, pero somos hermanos.

Somos sin duda, diversos. Mestiza es nuestra familia, nuestro vecindario, nuestra hermandad, poque así es nuestra república y nuestra identidad.

Somos en plural, bellos o bellas, sin titubeo, aunque el estándar que las agencias de modelos nos imponen otra imagen, para hacernos creer lo contrario.  

¿Tu historia?... Es mía, es nuestra. Sin distingo de grupo, nuestra clase es ser costarricense, ése, ése es nuestro género verdadero.

Tal vez vienes de otra patria… pero si estás aquí, eres también en este presente, costarricense.

Somos un trazo de tiempo pintado y entretejido en una maca, poesía exquisita, como maíz sobre un metate, entre flautas de barro, guitarras españolas, tambores de cuero y espejos de oro y cristal. Todos somos de alguna forma, por herencia o nacimiento, nacionalizados, como incrustaciones en una carreta de colores. 

Respetemos nuestras raíces. No nos avergoncemos de nuestra fisonomía y nuestros rasgos, porque es múltiple nuestro origen.

¿Libertad?

No es opcional. Es nuestro derecho.

Esclavo es el ignorante que se burla de sus iguales. Acaso… ¿no sabe de qué color es su piel?  ¿acaso… no necesita el mismo abecedario, el mismo menú diario y una misma agua que todos? 

Seamos libres, no esclavos del consumo inmediato, ese de color, sonido y sabor industrial hipnotizante.

Seamos libre del tenerlo todo ya, y con la última novedad, a cambio de dinero que no tenemos, y todo lo que adquirimos con deudas.

Volvamos a la esencia del tico, humilde, sencillo, el “de verdad”.

Liberémonos del vaivén de los esclavos de la necedad masiva.

Liberémonos especialmente del modelo obsceno, de movimiento y vestidura corporal impúdica, con un estilo de droga, derroche y delito. Nos quieren imponer esa imagen como sinónimo de riqueza y clase.  Cuidado: esos mensajes son impuestos para robarte y destruirte. Quieren destrozar la cultura, nuestro pensamiento y nuestra paz.

Seamos por excelencia, mejores, en una simbiosis entre arcilla, tierra, fuego, polvo de estrellas, metal en un nuevo mundo digital con el soplo de vida divina de Dios. Nunca perdamos nuestra identidad real.

Nuestra auténtica raíz siempre será, sangre valiente. La misma que que soñó ondear ese pabellón al viento, en total libertad, la bandera hermosa de blanco azul y rojo.

¡Viva Costa Rica!

Gracias.



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